LAS 10 TENDENCIAS ACTUALES DEL VINO ESPAÑOL

4 de Febrero de 2025 - Actualidad

Uno de los temas que solemos tratar en nuestros cursos, son las tendencias actuales del vino. Nuestro experto Nygil Murrell ha concentrado en este artículo las prácticas que llevamos observando desde hace un tiempo y que analizamos en el curso Spanish Wine Educator que impartimos para ICEX. Hoy lo compartimos con todos vosotros.

1. Abordando el cambio climático:

Quizás la tendencia más significativa y de mayor impacto en los últimos quince años ha sido la exploración de diferentes enfoques para hacer frente al cambio climático. Este desafío está estrechamente relacionado con la búsqueda de influencias moderadoras que conserven el frescor en el viñedo. Por un lado, representa un esfuerzo por parte de los viticultores para anticiparse a los desafíos del futuro; por otro, refleja un deseo creciente de aportar mayores niveles de frescura, elegancia y finura a los vinos actuales. Con estos objetivos en mente, las nuevas plantaciones se sitúan en altitudes más elevadas (ya no es inusual que estén a más de 1.000 m), ubicaciones orientadas al norte, latitudes más septentrionales y vegetación que protege mejor las uvas. Paralelamente, se están investigando variedades autóctonas minoritarias, capaces de resistir mejor el calor y la sequía (ver tendencia #3), que, junto con los avances en la investigación clonal de variedades más comunes, ofrecen una ventana prometedora para adaptar mejor el cultivo a las condiciones extremas que ya afectan al país.

2. Menos es más:

Aunque el cálido clima de España seguirá reflejándose en la potencia de sus vinos, cada vez se hacen mayores esfuerzos para equilibrar esa fuerza con elegancia y armonía, un objetivo cada vez más necesario en el contexto del cambio climático. Para lograrlo, muchos productores han comenzado a cosechar antes, extraer menos, utilizar barricas de mayor tamaño o disminuir –e incluso eliminar– el uso del roble.

3. Diversificación de variedades y estilos de vino:

De las casi 2,500 variedades de uva que existían en España antes de la filoxera, hoy sobreviven menos de 180. Sin embargo, la buena noticia es que muchas de estas variedades “menores”, anteriormente poco conocidas, están empezando a ganar protagonismo en las etiquetas de los vinos. Aunque suelen encontrarse en pequeñas cantidades y a veces dispersas y entremezcladas en las viñas viejas (ver tendencia #4), estas variedades autóctonas aportan una nueva dimensión a los vinos de sus respectivas regiones con nuevos matices y sensaciones. Paralelamente a la recuperación de estas variedades antiguas ha surgido una pequeña pero creciente colección de estilos de vino que desafían las concepciones tradicionales de cada región. Los vinos tintos de Rías Baixas y los blancos de Ribera del Duero son dos de los ejemplos más destacados.

4. Un renovado interés por la mezcla de variedades en la viña y el material vegetal de las viñas viejas:

Crece el interés por la tradicional mezcla de variedades que se hacía antiguamente en la viña. Consiste en la co-plantación de variedades tintas y blancas que históricamente se han cultivado, cosechado y vinificado juntas. Las mezclas en campo no solo son una fuente valiosa de material de viñas viejas y diversidad genética, sino que también ofrecen una perspectiva singular para comprender el terruño.

5. Recuperación de técnicas y estilos tradicionales:

Están resurgiendo técnicas históricas de vinificación, como la co-fermentación de uvas tintas y blancas para la producción de vinos tintos y rosados (especialmente al trabajar con variedades históricas entremezcladas en el campo).También se populariza el uso de racimos enteros y de recipientes tradicionales.

6. Crecimiento de los rosados premium:

España, segundo mayor productor mundial de vinos rosados después de Francia y líder mundial en exportaciones por volumen, muestra un tremendo potencial en este segmento. Mientras que en el pasado muchas bodegas se conformaban con tener un rosado de entrada para la temporada de verano, cada vez más han incorporado etiquetas premium a su gama. Estos vinos provienen de viñas viejas cultivadas específicamente para la producción de rosado, en lugar de obtenerse como subproducto del sangrado para concentrar un vino tinto. El uso de mosto flor, la crianza sobre lías finas y un manejo cuidadoso del roble son ahora prácticas habituales en este nivel de calidad.

7. El potencial de envejecimiento de los vinos blancos fuera de Rioja:

Aunque la Viura ha demostrado su capacidad de envejecimiento en los blancos clásicos de Rioja, variedades como Verdejo, Albariño, Xarel·lo, Godello e incluso Hondarrabi Zuri han acumulado suficientes añadas para evidenciar, mediante botellas antiguas o catas verticales, que estas uvas, con suficiente estructura y concentración, también pueden producir vinos que ganan en complejidad a medio y largo plazo.

8. Prácticas ecológicas y sostenibles:

Muchos viticultores llevan años trabajando para eliminar pesticidas y herbicidas, pero es ahora cuando los beneficios de la certificación oficial se reconocen ampliamente. En los últimos cuatro años han aumentado un 33 % los viñedos ecológicos certificados, reflejando un sólido compromiso con la sostenibilidad ambiental (ver página 21). Las cinco principales comunidades autónomas en hectáreas de viñedo ecológico son Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Castilla y León. Dentro de Cataluña, la DO Penedès es la primera en España y en el mundo en exigir que todos sus vinos se elaboren con uvas certificadas como ecológicas a partir de la cosecha 2025. La DO Cava ha adoptado un requisito similar para todas las botellas de Cava de Guarda Superior desde la misma fecha.

9. Actualizaciones a la legislación de las DOP:

En los últimos diez años, los organismos reguladores han introducido cambios en la legislación que benefician a productores y consumidores. Estos cambios fomentan una mayor transparencia, sostenibilidad, expresión del terroir y flexibilidad en la producción, entre otros puntos clave. Entre las modificaciones destacan nuevas clasificaciones, estilos de vino, variedades autorizadas e incluso límites de producción en varias DOs de toda España, reflejando la continua evolución del país en sintonía con las tendencias mundiales.

10. Mujeres en liderazgo:

El porcentaje de mujeres en posiciones de liderazgo dentro de la industria del vino sigue aumentando. Entre 2009 y 2020, se duplicó el número de mujeres al frente de negocios vitivinícolas, pasando de 11.116 a 23.194. Además, cada vez más mujeres cursan estudios superiores relacionados con el vino, representando actualmente cerca del 50 % las nuevas inscripciones.

En definitiva, estas tendencias no son solo indicadores de cambios en la producción vinícola, sino que también reflejan el compromiso de toda la comunidad del vino con la innovación, la sostenibilidad y la tradición. Desde la adaptación al cambio climático hasta el liderazgo femenino, cada uno de estos aspectos aporta una dimensión única al vino español, y no olvidemos la formación como vector transversal en cada tendencia y razón de ser de este análisis.

Nygil Murrell - The Wine Studio

(Imagen: Tabuenca, D.O. Campo de Borja)