Esta versión del manga Les Gouttes de Dieu consigue algo nunca visto antes: representa de forma visual las sensaciones, percepciones y recuerdos que tenemos cuando catamos un vino. Sólo por esto, ya merece la pena verla, pero hay mucho más.
Es una auténtica inmersión en el fascinante mundo del vino. Este anime cautivador lleva a los espectadores a un viaje sensorial por los viñedos, las bodegas y los sabores únicos de los vinos más exquisitos del mundo, con algunos detalles magníficos y algún que otro gazapo.
La trama es atractiva para todos los públicos: disputas en la herencia de un multimillonario. El resultado son ocho horas con historias de amor, intriga, giros inesperados, historias paralelas, flash backs, y mucho vino entre Japón, Francia e Italia. El crítico de vinos Alexandre Léger, muere dejando un curioso testamento para heredar la mayor y colección de vinos del mundo, valorada en 150 millones de dólares y su mansión en Tokyo: sólo su hija Camille Léger (Fleur Geffrier) y su discípulo Issei Tomine (Tomohisa Yamashita) podrán heredar si superan pruebas como catas a ciegas, maridajes, conocimiento, pero sobre todo, demostrando su cultura vinícola, que será decisiva.
La serie se convierte en un thriller de emocionante búsqueda del tesoro del vino, llevando a los protagonistas a viajar por todo el mundo, desentrañar secretos familiares y, por supuesto, degustar una amplia variedad de vinos. La narrativa no solo se centra en la competencia, sino que también explora las complejidades de las relaciones humanas y la pasión por el vino como una forma de arte y cultura.
Sin entrar en detalles, porque queremos que la veáis (está en Apple+), os diremos que los protagonistas son perfectos #winestudents con sus peculiaridades. Él, Issei, es sumiller, frío, poco expresivo, muy metódico y experto catador; mientras que ella, Camille, para empezar dejó el alcohol hace años, probablemente por trauma familiar, y lleva una vida desordenada, pero eso sí, con una mente genial. Y como curiosidad, es interesante el hecho de que la serie tuvo un estupendo asesor de vinos externo, el francés Sébastien Pradal, con formación de sumiller, pero que también es importador, distribuidor, propietario de restaurantes y hasta “vigneron”. Un auténtico profesional que ha conseguido mejorar los detalles para que la serie guste tanto a iniciados como a novatos. ¿Necesitáis más motivos?
Formación: Porque "Drops of God" no solo es entretenimiento, sino también una herramienta educativa. A medida que los personajes prueban diferentes vinos, la serie proporciona información detallada sobre las variedades, regiones vinícolas, procesos de elaboración y características de cada vino. Como experiencia de aprendizaje o de repaso, es una pasada.
Cultura: La serie va más allá de la degustación y explora la cultura que rodea al vino. Desde la historia de las bodegas hasta las tradiciones vinícolas de diversas regiones, y consigue despertar una apreciación más profunda y humana por el vino.
Acción: hay emoción y misterio en la trama y en los personajes, pero también en los vinos. Cada episodio es una oportunidad para descubrir nuevos vinos, desentrañar secretos familiares y sumergirse más en la intrigante trama.
Desde la primera copa hasta el último sorbo, esta serie invita a explorar el mundo del vino de una manera única y emocionante, como nunca antes se había visto. La comentaremos en clase ¡no os la perdáis!
Javier Fernández Piera - The Wine Studio