"CAPTAR TALENTO: EL RETO DE LA SELECCIÓN EN BODEGAS" UN DIÁLOGO Y BRINDIS CON LEONARDO MARTÍN

20 de Marzo de 2025 - Actualidad

Leonardo es el responsable de la consultora de selección Michael Page para el sector vitivinícola, uno de los más dinámicos y estratégicos. Charlamos con él de cómo pasar del viñedo a la gestión: los retos y tendencias en los procesos de selección. 

El sector del vino, en cifras, supone 20.330 millones de euros de valor añadido, el 1,9% del PIB español, según datos de la Federación Española del Vino. Además, es un generador de riqueza en diversas regiones de España, y destaca por su contribución al desarrollo económico en zonas rurales. Como experto, Leonardo Martín comparte con nosotros su visión mientras tomamos un vino. 

Para empezar, cuéntanos un poco sobre tu trayectoria. ¿Cómo acabaste especializándote en selección de talento para el mundo del vino?

Pues cuando termino mis estudios tenía claro que me gustaría trabajar en posiciones y empresas relacionadas en el mundo del consumo. Trabajé en el sector Agroalimentario así como en el sector Tabaco en departamentos tanto de Trade como de Ventas. En 2006 entro a trabajar en Michael Page, voy especializándome y diecinueve años después hemos montado la división de Wine&Enology, especializada la captación y búsqueda de talento para el sector del vino

Siempre se habla de que el vino es pasión, pero también es negocio. Desde tu experiencia, ¿cuáles son los valores y habilidades clave que debe tener un profesional del sector para destacar hoy en día?

Un profesional del sector del vino debe combinar pasión con una visión estratégica para sobresalir en la industria. Es un valor muy importante contar con un conocimiento en enología y viticultura, pero también desarrollar habilidades en marketing, ventas y gestión empresarial para adaptarse a un mercado cada vez más competitivo. Es por eso que la tendencia de todos las personas que están trabajando en la industria se focalizan en poder estudiar programas especiales como WSET.

La capacidad de comunicar eficazmente la historia y el valor de cada vino es clave para conectar con los consumidores y diferenciarse de la competencia. Además, la adaptabilidad y la innovación son esenciales en un entorno en constante evolución, donde las tendencias de consumo y la sostenibilidad juegan un papel cada vez más relevante.

Finalmente, la construcción de relaciones sólidas con clientes, distribuidores y otros actores del sector es vital para generar oportunidades de crecimiento y consolidar una marca en el mercado.

En los últimos años, las bodegas y empresas del sector parecen más preocupadas por la atracción y desarrollo del talento. ¿Qué ha cambiado? ¿Crees que el sector ha entendido la importancia de la profesionalización?

En los últimos años, el sector vitivinícola ha evolucionado significativamente, y la atracción y desarrollo del talento se han convertido en una prioridad para las bodegas y empresas del sector. Esta transformación responde a la creciente competitividad global, la digitalización del mercado y la evolución en las preferencias de los consumidores, que exigen un enfoque más profesional y estratégico. En este contexto, la formación especializada ha adquirido un papel clave, y certificaciones como las que se ofrecen en The Wine Studio se han vuelto fundamentales para la profesionalización de la industria. Las empresas han entendido que contar con profesionales capacitados, lo que no solo eleva la calidad del producto, sino que también fortalece la gestión, el marketing y la experiencia del cliente, aspectos imprescindibles para destacar en un sector cada vez más dinámico y exigente.

Comprenderás que estamos muy de acuerdo con lo que dices: La formación es clave para cualquier industria, pero en el vino, donde el conocimiento técnico es tan importante, ¿hasta qué punto puede marcar la diferencia?

La formación es un pilar fundamental para la profesionalización de la industria del vino, ya que permite a los especialistas desarrollar un conocimiento profundo y actualizado sobre todos los aspectos del sector, desde la viticultura y la enología hasta la comercialización y la gestión de marca. En un mercado cada vez más competitivo y dinámico, contar con profesionales bien preparados marca la diferencia en la calidad del producto y en su posicionamiento. Programas de certificación como los del Wine & Spirit Education Trust han cobrado gran relevancia, ya que proporcionan herramientas esenciales para entender el vino a nivel técnico y comercial, mejorando las habilidades de cata, comunicación y estrategia de venta. Una industria bien formada no solo impulsa la innovación y la sostenibilidad en la producción, sino que también mejora la experiencia del consumidor y fortalece la presencia de las marcas en mercados nacionales e internacionales. Apostar por la educación especializada garantiza que los profesionales del sector puedan afrontar los desafíos actuales y futuros con mayor confianza y éxito.

Y yendo más allá: La tendencia a la premiumización es evidente: vinos más cuidados, mejor posicionamiento de marca, clientes más exigentes… ¿Cómo influye esta tendencia en los perfiles que buscan las bodegas y en la forma en que deben vender su producto?

La tendencia a la premiumización ha transformado la industria del vino, impulsando una mayor exigencia tanto en la calidad del producto como en la estrategia de comercialización. En este contexto, las bodegas buscan perfiles más especializados y capacitados, con un profundo conocimiento. Profesionales con certificaciones son cada vez más valorados, ya que su formación les permite comunicar con autoridad la historia, el valor y la singularidad de cada vino, aspectos clave para conectar con un consumidor más informado y exigente. Además, la premiumización exige una venta más personalizada y experiencial, donde la educación del cliente, las catas dirigidas y la construcción de relaciones sólidas juegan un papel esencial. En este escenario, las bodegas deben adoptar enfoques más sofisticados en su posicionamiento, apostando por la exclusividad, la sostenibilidad y la diferenciación para destacar en un mercado cada vez más competitivo.

Y en este mercado tan competitivo, a veces parece que hay un cierto choque generacional. ¿Cómo pueden convivir el conocimiento y la tradición con nuevas formas de hacer las cosas? ¿Estamos viendo un relevo generacional en el vino?

El sector del vino está atravesando un proceso de relevo generacional, en el que la tradición y el conocimiento heredado deben convivir con nuevas metodologías y enfoques innovadores. Este cambio, aunque en algunos casos genera cierto choque de visiones, representa una gran oportunidad para modernizar la industria sin perder su esencia. Pero ten en cuenta que el sector del vino ha sido históricamente arraigado en la experiencia y la transmisión de conocimientos de generación en generación, lo que ha garantizado la calidad y la identidad de muchas bodegas. Sin embargo, las nuevas generaciones llegan con una mentalidad más abierta a la tecnología, el marketing digital, la sostenibilidad y la adaptación a un consumidor más exigente y globalizado ¡y con más formación! Para que esta transición sea exitosa, es fundamental encontrar un equilibrio que permita aprovechar lo mejor de ambas perspectivas. Las bodegas están apostando por la formación especializada para preparar a los profesionales del futuro, está claro. Además, la transformación generacional se refleja en la evolución de las estrategias de comercialización y en la relación con el consumidor. Mientras que la tradición aporta autenticidad y prestigio, las nuevas generaciones están implementando estrategias digitales, redes sociales y experiencias más inmersivas para conectar con el público joven y global. La sostenibilidad, otro factor clave en la industria actual, también está siendo impulsada por las nuevas generaciones, con un enfoque en la producción ecológica, la reducción del impacto ambiental y el comercio justo. En definitiva, más que un simple relevo generacional, estamos presenciando una transformación del sector, en la que la clave del éxito radica en la colaboración y el aprendizaje mutuo. Las bodegas que logren integrar la tradición con la innovación serán las que se posicionen con mayor fuerza en el mercado global.

Qué resumen tan fantástico. Y desde el punto de vista de la selección de talento, ¿qué recomendarías a alguien que quiere entrar en el sector del vino hoy? ¿Y a alguien que ya está dentro pero busca crecer profesionalmente?

Para alguien que quiere entrar en el sector del vino hoy en día, es fundamental combinar formación especializada con experiencia práctica. La industria vitivinícola es muy amplia y abarca desde la producción hasta la comercialización, por lo que es importante definir en qué área se quiere desarrollar. Un excelente punto de partida es obtener certificaciones como las que vosotros ofrecéis, que proporcionan una base sólida en el conocimiento del vino, las técnicas de cata y las estrategias de mercado. Además, es clave sumar experiencia en bodegas, distribuidoras o en el sector de la hostelería, ya que el aprendizaje práctico es invaluable. Por otro lado, desarrollar habilidades en idiomas, comunicación y ventas puede marcar la diferencia, especialmente en un mercado cada vez más globalizado. También es recomendable asistir a ferias, eventos y catas, ya que la red de contactos juega un papel esencial en esta industria. Para alguien que ya está dentro del sector pero busca crecer profesionalmente, la clave está en la especialización y la actualización constante. La premiumización del vino y la digitalización han cambiado las reglas del juego, por lo que es importante no solo ampliar conocimientos en viticultura y enología, sino también en áreas como marketing, gestión de marca y comercio internacional.

Por último, imaginemos que una bodega nos está leyendo y piensa: “Nosotros nunca hemos invertido en atraer o desarrollar talento de forma estructurada”. ¿Por dónde deberían empezar?

Si una bodega nunca ha invertido en la atracción y desarrollo de talento de forma estructurada, el primer paso es reconocer que el capital humano es clave para el crecimiento y diferenciación en el mercado. Para empezar, la bodega debe analizar sus necesidades actuales y futuras:

Definir un plan de formación: Invertir en la capacitación del equipo es fundamental. la formación en gestión, digitalización puede ser clave para mantenerse competitivo.

Atraer talento estratégico: Si la bodega necesita nuevos perfiles, debe diseñar una estrategia de captación de talento alineada con su visión. Esto implica crear roles bien definidos, ofrecer oportunidades de crecimiento y construir una cultura empresarial atractiva. También es recomendable fortalecer su presencia en eventos del sector y en redes profesionales para atraer a especialistas con experiencia así como contar con empresas donde puedan ayudarlas a la captación de los mismos.

Fomentar una cultura de innovación y crecimiento: Más allá de la contratación y formación, el desarrollo del talento debe ser continuo. La bodega puede crear espacios de aprendizaje interno. Una empresa que invierte en su equipo no solo mejora su producto y su rentabilidad, sino que también fortalece su posicionamiento en un mercado cada vez más exigente.

Pues nos queda muy claro. Brindamos por el talento. Y Leonardo nos deja con un mensaje claro: el éxito de una bodega no solo depende de la calidad de sus vinos, sino también del talento de las personas que los hacen posibles. En un sector en plena transformación, invertir en formación, atraer perfiles estratégicos y fomentar una cultura de crecimiento no es solo una opción, sino una necesidad. Muchas gracias, Leo. ¡Nos vemos pronto por el aula!

Equipo The Wine Studio